Monitoreo ambiental y uso de biomarcadores para describir interacciones tróficas, conectividad y contaminación en comunidades bentónicas de ecosistemas costeros.
Los ecosistemas costeros albergan una gran diversidad de especies que están sujetas a la variabilidad ambiental y a los diferentes procesos biogeoquímicos que afectan su biología e interacción con otras especies. El nivel de complejidad de las comunidades de ambientes costeros también se ve afectado por la variabilidad de los factores abióticos, provocando que la generación de conocimiento que permita entender la estrecha relación entre las comunidades y el ambiente sea un reto aún mayor. Aunado a esto, esta relación se ha visto alterada por el efecto de las actividades humanas como la extracción de especies, contaminación, cambios en el paisaje, cambios en el clima, etc. Es por esto, que en las últimas décadas se ha señalado que el monitoreo ambiental y biológico es crucial para entender los efectos adversos del cambio climático, la contaminación y cambios en las redes tróficas, entre otros. Sin embargo, esta no es una tarea trivial porque estos monitoreos son costosos y usualmente limitados en tiempo y espacio. Como alternativa, se han utilizado herramientas de monitoreo ambiental a escalas sinópticas (imágenes de satélite) o el uso de biomarcadores en las especies que permiten inferir el estado de salud de los ecosistemas tanto en tiempos recientes como en tiempos pasados.
Monitoreo ambiental mediante percepción remota
A partir de imágenes del satélite Landsat 8 con una resolución espacial de 30 metros y espectral de 11 bandas (desde la parte visible de la luz hasta el infrarrojo térmico) y validación con datos colectados in situ, se desarrollaron modelos estadísticos para estimar las siguientes variables espaciales: concentración de clorofila-a, temperatura, oxígeno disuelto, pH, salinidad y turbidez con una resolución temporal de 16 días y espacial de 30 metros. Esto ha permitido realizar un monitoreo ambiental en la Bahía de La Paz a nivel de micro escala desde 2013.
Biomarcadores
Los biomarcadores son señales químicas que pueden ser medidas en diferentes tejidos (músculo, sangre, hojas, etc.) de los seres vivos y usualmente son biomagnificados en el paso de diferentes niveles tróficos. A la fecha existen varios biomarcadores, pero los más usados son los isótopos estables y los metales pesados, debido a su aplicación para describir interacciones tróficas, conectividad y contaminación. Al respecto, es importante contar con información desde la base de la red trófica marina (plancton, macroalgas, materia orgánica suspendida, etc.) hasta los niveles tróficos superiores (depredadores tope), ya que de esta manera se puede inferir el origen de una señal trófica o de contaminación en particular. En la Bahía de La Paz se cuantifican y analizan los valores de isótopos estables de nitrógeno y carbono, así como metales pesados en el fito y zooplancton, macroalgas, sedimentos y manglares, para describir su flujo en comunidades bentónicas, con énfasis en macroinvertebrados.