Las microalgas son organismos fotosintéticos, capaces de generar productos como aceites, proteínas, biodiesel, antioxidantes y otros complementos alimenticios, además son útiles en la generación de productos bioactivos (estos compuestos cumplen funciones en el cuerpo que pueden promover la buena salud) y pueden ser utilizados en la búsqueda de agentes antimicrobianos, capaces de inhibir la proliferación de ciertas bacterias.
Es de gran interés para investigadores del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste como Bertha Olivia Arredondo Vega realizar trabajos de investigación sobre los efectos aplicables a otras especies, aprovechando la increíble capacidad de adaptación de estos microganismos a climas extremos.
“Estamos desarrollando la línea de obtención de agentes antimicrobianos a partir de extractos de microalgas, y junto con la Maestra en Ciencias Norma Ochoa, sometimos los extractos de diferentes tipos de microalgas con cepas de vibrio; una bacteria que ha causado muchos problemas en la población de camarón, y encontramos que, en efecto, varios de nuestros extractos de microalgas inhibieron el crecimiento de esta bacteria. Estamos buscando la posibilidad de que nuestro trabajo ayude a generar una vacuna o patente y en un futuro pueda llegar al campo de la salud humana”. Comentó la doctora Arredondo.
Recientemente se realizó en Cibnor el curso “Fundamentos sobre Biorreactores, Diseño e Implementación de Bioprocesos aplicados a la Biotecnología de Microalgas”, de la mano del Ingeniero Francisco Gabriel Acién Fernández, de la Universidad de Almería en España, un experto en el diseño de sistemas de foto-biorreactores o recipientes sensibles a la luz solar donde se cultivan las algas. Aquí se presentan conferencias, talleres e intercambio de conocimientos entre productores, investigadores, y empresarios nacionales e internacionales, con conocimientos previos en el cultivo de esta especie, con el objetivo de hacer de esta producción un campo fértil para la economía en México.
El Ingeniero Ancién Fernández comentó que las microalgas son el origen de la vida en el mar. Si bien la acuicultura la ha utilizado durante mucho tiempo como alimento primario, quizás no se ha explotado su valor. Por otra parte las microalgas contribuirían a aminorar el efecto de la acidificación de los océanos porque consumen gran parte del C02 y suministran más biomasa de alimento a las cadenas tróficas.