Cibnor, en la ruta de crear sinergias de investigación
Por Ana Luisa Guerrero
IR A LA NOTA:ConacytPrensa
Ciudad de México. 12 de diciembre de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- El Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor) fue creado en 1975 por iniciativa del gobierno de Baja California Sur y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), con el propósito de realizar investigación aplicada con impacto social.
A lo largo de sus 41 años de historia se ha consolidado como un referente nacional e internacional por sus trabajos sobre acuacultura, agricultura de zonas áridas, en ecología, así como en planeación y conservación ambiental. A la par, ha respondido a las circunstancias y cambios que se han ido presentando.
Actualmente, en el país se implementa un nuevo modelo de hacer ciencia a través de la suma de capacidades interinstitucionales y multidisciplinarias. Para quienes integran el Sistema de Centros Públicos de Investigación del Conacyt, la encomienda es contribuir a resolver los problemas nacionales, impulsar el desarrollo y elevar el bienestar de la población por medio de sinergias.
En México, las instituciones de educación superior públicas y los centros del Conacyt son los que realizan la mayor parte de la investigación científica, de ahí la importancia de estrechar lazos de colaboración. Bajo esta directriz es como se conduce la actividad del Cibnor, asegura su director general, doctor Daniel Lluch Cota.
En entrevista, explica que trabajan en la búsqueda de temas de investigación comunes con otros centros, así como en el uso de la infraestructura para potenciar capacidades.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Qué papel juega el Cibnor en el desarrollo científico del país?
Daniel Lluch Cota (DLlC): El Cibnor es un centro del Sistema Conacyt; nuestros temas de investigación tienen que ver con el uso, manejo y conservación de los recursos naturales, en particular del noroeste del país. La organización del centro es en torno a cuatro programas académicos que, a su vez, reflejan las actividades humanas. El primero es el de Acuacultura, uno de los grupos más importantes a nivel internacional en el tema; otro es de Agricultura en Zonas Áridas porque el noroeste de México es una de las regiones más secas del país; tenemos el programa de Ecología Pesquera porque nos ubicamos en la región pesquera de México por excelencia; y finalmente el programa de Planeación Ambiental y Conservación, que engloba todas estas actividades en un marco de desarrollo sustentable.
Hacemos investigación orientada a estos temas y además formamos recursos humanos a través de tres programas de posgrado: una maestría y doctorado en ciencias en el uso, manejo y preservación de los recursos naturales, y un doctorado reciente en ciencias en bioeconomía pesquera y acuícola pesquera que llevamos en conjunto con el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (Cicimar) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Marista de Mérida.
AIC: Recientemente ha habido una reingeniería en la forma de colaborar entre los centros Conacyt, ¿qué papel está tomando Cibnor?
DLlC: Primero, hemos adoptado estos cambios y estamos muy entusiasmados con ellos. Todos los centros hemos tenido un papel protagónico en la región en que estamos ubicados, en su momento fue una política de descentralización de la ciencia en México y estos centros representaron un apoyo para esas regiones y ahora el reto es pasar de lo regional a lo nacional. Para eso tenemos que sumar y coordinarnos con los colegas de otros centros y complementar nuestras capacidades y esa es la instrucción del Conacyt.
En el caso de Cibnor, participamos en un Programa de Investigación de Largo Aliento (PILA) que tiene que ver con alimentación, y estamos participando en otro sobre Cambio Climático y Sustentabilidad y estamos coordinando la integración de una Estrategia de Centros para la Atención Tecnológica para la Industria (ECATI) de servicios ambientales.
El Cibnor tiene mucha tradición en manifestaciones de impacto ambiental, pero junto con el resto de los centros podemos tener una cartera integrada de servicios que rebasa con mucho el ámbito de lo regional y que nos permite ofertarla a nivel nacional.
Esta reingeniería de los centros es la oportunidad para que, sin perder su relevancia regional, brinquen al escenario nacional que siempre han tenido, pero que tal vez no habían tenido visibilidad.
AIC: La estrategia en general se basa en la generación de sinergias entre centros, ¿es así?
DLlC: La directriz que se ha delineado es encontrar temas comunes y de colaboración; pero cabe señalar que esta estrategia también es una forma muy responsable de conducir la inversión en infraestructura, porque se establece que podamos compartir equipos importantes, por ejemplo, microscopios electrónicos, porque hay aparatos que son realmente caros y que deben estar al servicio de la comunidad científica más amplia y no solamente de investigadores de nuestros centros.
AIC: ¿Qué diferencia habrá en la forma que trabajará Cibnor a partir de esta estrategia con los otros centros?
DLlC: Principalmente ahora nos los están instruyendo como política de la institución y quizá antes era algo que se hacía, porque la ciencia es colaborativa y el centro tiene mucha relación con otras instituciones como la Universidad de Baja California y el Cicimar, y los diferentes investigadores y grupos tienen sus propias redes de colaboración internacionales. Sin embargo, esta reingeniería nos está obligando a vernos a nosotros mismos, a los propios centros y las capacidades que tenemos.
Por ejemplo, aunque uno sabe que el Instituto de Ecología (Inecol) es un centro importante, quizá no había habido una instrucción tan clara de buscar oportunidades conjuntas por cuestiones de geografía, porque ellos están en la ciudad de Xalapa y nosotros nos encontramos en La Paz; considero que se tiene una ruta importante para vencer las inercias de sentirnos aislados y trabajar más de la mano.
Hay otros centros con los que colaboramos y coincidimos en temáticas similares por estar en el noroeste, como el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) y el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), aunque tenemos ámbitos de investigación distintos. Pero el Cibnor siempre ha buscado que su investigación sea pertinente, porque no estudiamos la biología celular por sí misma, sino que todos nuestros proyectos están orientados a las actividades en las que nos especializamos y que son actividades muy importantes para la región, como la agricultura, la pesca, la acuacultura, la conservación y la planeación ambiental.
Estas son actividades importantes para la zona y esto le ha dado al Cibnor una presencia regional y reconocimiento importante por parte de la sociedad que encuentra en él un apoyo al momento de tomar decisiones en política pública, un apoyo hacia las empresas al tener apoyo tecnológico y científico para la acuacultura, por ejemplo, que es una actividad incipiente en una sociedad agrícola que tiene condiciones difíciles por la escasez de agua y para encontrar opciones productivas que sean viables en la región.
AIC: ¿Ya era necesaria una estrategia de colaboración entre centros?
DLlC: Este diseño potenciará nuestras capacidades y hará más dinámicos los procesos, porque la ciencia ya no es individual. Nosotros somos una generación que nos educamos en un modelo de la ciencia en el que está el investigador titular y tiene sus investigadores asociados y sus estudiantes; pero la ciencia no evoluciona de esta manera, hay publicaciones donde es claro que es hacia autores múltiples, hacia la multidisciplinar y la creación de redes de colaboración como es que las publicaciones son más exitosas y los investigadores que trabajan así son más productivos.
La reingeniería de centros va a acelerar ese tránsito y los que todavía nos pensamos individuales, es hora de que comencemos a vernos de otra manera.
Por ello, Cibnor está de lleno en este proceso y con prisa por hacerlo pronto. Y sí, en el caso de nuestra institución y en la generalidad de los centros, viene a ser muy oportuno, además no es secreto que los recursos económicos están escasos y esta es una manera de optimizar y enfrentar el reto de un entorno que no es tan favorable como quisiéramos.
Por ejemplo, el hecho de salir a ofertar con carteras integradas nos da una enorme ventaja porque nos pone en un nicho de mercado diferente y en una escala nacional que nos permite aspirar a cosas más grandes.