Otro logro de CIBNOR

Por: Dr. Luis Fernando García Carreño

En octubre, CIBNOR, un centro de investigaciones de CONACyT, celebró el 42 aniversario de su fundación. Ahora para terminar el año celebra al Dr. Yoav Bashan, investigador del Centro, quien ha sido nombrado por el Sistema Nacional de Investigadores como “miembro emérito” El mayor reconocimiento que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el órgano gubernamental que rige la política científica del país, otorga a investigadores por su contribución a la ciencia mexicana.

El reconocimiento tiene doble importancia, una para el investigador, quien de esta manera recibe honor a la investigación de casi treinta años de trabajo basado en los preceptos fundamentales de la ciencia y otra para el CIBNOR por tener entre sus miembros a un investigador, el primero, con tal reconocimiento.

Pasaron 42 años desde que el Centro de investigación en Biología iniciara función en una mesa del restaurant de un céntrico hotel en La Paz para recibir este honor. El Dr. Bashan se incorporó al Centro a final de los 80s cuando este tenía solo una decena de investigadores con doctorado.

El Dr. Bashan ha desarrollado líneas de investigación relacionadas con el estudio del funcionamiento de una bacteria usada en agricultura para mejorar la producción de plantas. La que después usó para generar una simbiosis artificial con una microalga para tratamiento de agua.

El reconocimiento se ha otorgado tanto por la investigación como por la formación de investigadores, quienes han obtenido postgrados bajo su dirección.

Desde su llegada a México en 1990, y debido a su formación en la Universidad Hebrea de Jerusalén y luego su trabajo en el Instituto Weizmann en Israel, uno de los institutos más importantes en Ciencias en el mundo, su interés ha sido lograr la excelencia académica. En este sentido, su mayor contribución en México ha sido el demostrar que en el país se puede hacer ciencia de primer mundo, competitiva a nivel internacional bajo cualquier parámetro.

En 1998, el Dr. Bashan creó el grupo “Microbiología ambiental” en el entonces CIB, iniciando una nueva línea de investigación que el introdujo al mundo, “el mutualismo artificial entre microalgas y bacterias” Ese año fue aceptado como miembro de la Academia Mexicana de Ciencias.

Una actividad paraacadémica de relevancia es la restauración de ecosistemas degradados en el desierto, siendo ejemplos los manglares de la Bahía de Balandra y el Mogote en BCS.

Sus investigaciones sobre bacterias promotoras de crecimiento de plantas no fijadoras de nitrógeno y sobre bacterias asociadas a cactáceas para formación de suelo son frontera de investigación.

Ha ocupado muy variadas posiciones en diversas instituciones de investigación, la más reciente como Presidente e Investigador residente de “The Bashan Institute of Science” afiliado académicamente a la Universidad de Auburn en Alabama. 

Esta es una muestra más de la repercusión del CIBNOR en el ambiente académico y social.