CIBNOR
Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste S.C.

La bióloga y estudiante de posgrado Gabriela Moreno Gómez, en entrevista para “Tiempo de Ciencia”, nos habla acerca del análisis de espacio y capacidad de carga urbana sobre el crecimiento actual de La Paz. La capital de nuestra península se ha transformado rápida y considerablemente en las últimas décadas, por lo que es necesario estudiar a fondo los factores de ocupación del territorio para la propuesta de mejoras hacia el uso de nuestro suelo.

Desde hace poco más de 20 años, se ha realizado un estudio de observación de los cambios en el crecimiento urbano para posteriormente, realizar el análisis socioeconómico pertinente que establezca los porqués de la expansión de nuestra ciudad.

De acuerdo a los resultados del estudio, se ha detectado un crecimiento “fragmentado” o que no es equitativo en toda su extensión. A partir del año 2000, La ciudad comenzó a expandirse más hacia el sur, provocando que muchos espacios en la zona centro y costera quedaran desocupados. Este es un factor que tiene mucho que ver con el modelo económico que nos sustenta actualmente, de acuerdo a lo que nos comenta la estudiante en posgrado Gabriela Moreno, quien afirma: “El aumento de la ciudad esta estrechamente ligado al mercado, debido a que las demandas económicas causan que se aumente la especulación y que se le dé mayor importancia comercial a ciertas áreas, como lo son el centro histórico y las zonas costeras, obligando a la gente a buscar espacios más económicos dónde establecerse. Además de que, con el ritmo de expansión que la ciudad ha tenido, carece notoriamente de infraestructura que respalde el nivel actual de población, es decir, la expansión territorial no es proporcional a la expansión poblacional, problema que resulta muy común de una ciudad con crecimiento acelerado.”

De esta manera es como se ha demostrado que del año 2000 al 2014, la ciudad de La Paz ha tenido un crecimiento de casi un 117 por ciento. El propósito de este estudio no solo radica en conocer los porqués del desplazamiento poblacional, sino también en saber si la movilidad urbana realmente está afectando o no la calidad de vida de las personas. Para determinarlo, se analizan tres indicadores principales: indicadores de soporte o los factores ambientales (agua, aire, etc.) que afectan los asentamientos; indicadores de presión, que involucran los impactos generados por las actividades humanas en la zona, como las industrias y el comercio; y los indicadores de regulación, que involucran todo lo que se está haciendo en la sociedad para mitigar estas cuestiones.

Actualmente, se está trabajando en una mayor difusión para hacer llegar este estudio a las manos de los tomadores de decisiones, y posteriormente a las mesas de políticas públicas, para erradicar los grandes desniveles de calidad de las zonas y asegurar el bienestar de nuestra población.

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